Risa o entrecejo fruncido

Y así es como pasan las cosas. Hoy estás bien, alegre, empilado para todo; vas y saludas a cualquiera con tu sonrisa de niño, estás enamorado, cantas al amor, le llevas flores a tu madre, etc. Pero otros días, aquellos que curiosamente se dan bajo un cielo plomizo, te encuentras letargado, irritable, taciturno; si ves un acto de cariño entre una pareja o los favores que le hace un muchacho a una señora de edad, te parece que todo eso es hipocresía. Crees que la benevolencia no existe, que nadie es sinceramente afable. Tú mismo te das por mentiroso, zalamero, sucio... en fin, te degradas junto con todo lo que te rodea. Es lamentable este último estado de ánimo. Quisieras fingir ante los demás que no te pasa nada, desearías reír, ser elocuente con tu amigo, con tu hermano o con tu padre; pero sientes que es mejor la comodidad de mostrar el entrecejo fruncido para que nadie se te acerque; no obstante, sabes que tu mal humor angustiará a la persona que se encuentre a tu lado; él o ella puede pensar que estás enojado por algo que ha cometido, cuando en realidad no hizo jamás nada que te ofenda, y así llegas a martirizarlo. Eso sería pensar en ti mismo; pero fingir felicidad y amor te parece hipócrita.

Yo no sé por qué hacernos tanto nudo con esto. Lo más fácil es decir: "disculpa, hoy me encuentro algo malhumorado, pero no tengo nada contra ti ". A veces es necesario también que quien note tu letargo te pregunte: "oye, ¿te sientes bien?", esto último, por que no es fácil decirle a tu amigo, así de la nada: "estoy de mal humor". También es recomendable alejarse de la familia o de los amigos mientras dure tu genio gruñón. Esto, igualmente, se puede aplicar cuando estés tremendamente triste por la persona que precisamente te hizo sentir triste. Debes ponerte a un lado, hacerte el perdido, y volver cuando puedas estilar una sonrisa verdadera que indique que ya te sientes mejor.

Del estado pesimista, ni hablar. Claro, es mejor no hablar si se pasa por esos ratos, porque o convences a alguien que te ve como un ejemplo --madre, hermanos, amigos-- o simplemente, te haces odioso, ridículo o patético... Eso es peor que lo cursi, aunque lo cursi no es algo malo; mirémoslo como el gozo más inocente, más niño, más sincero de mostrar un sentimiento; pero que es visto vergonzante si te encuentras en un estado pedante, altanero o intelectual.

Son muchísimos los estados de ánimo y no me alcanzaría el blog para hablar de cada uno; pero bueno... ¡Ah! si todo lo escrito parece consejos, pues quien los haya leído, no crea que soy una persona que domina sus ratos a diestra y siniestra; para nada. Soy lo contrario, sin embargo, no quisiera hacer sentir mal a nadie, y por eso engendro ideas de mi cabeza que puedan ayudarme. Casi parezco un loco que se habla a sí mismo.

Comentarios

sut'uch ha dicho que…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
sut'uch ha dicho que…
mmm
luego de leer
espero no te hallas encontrado conmigo...
a lo mejor dos malhumorados se hubieran destrido sus mundos...
saludos

Entradas populares de este blog

Gasparines

Moscas en verano

Minificciones # 2: El arte de tejer