San Marcos: 460 años

Que San Marcos es la Universidad más antigua de América, que por sus aulas pasaron las mentes más iluminadas del Perú y que hasta un Nobel tiene. Es toda una ciudad con un estadio en donde se dan conciertos súper estelares y, en fin, nada se le compara a la Decana, nada. Y por eso has quemado pestañas por tu ingreso, has porfiado cuando por más de una vez no aparecía tu nombre en las angustiosas listas y al costado, en mayúscula: ALCANZÓ VACANTE. Has soportado largas horas en las duras bancas de las academias, te habías acostumbrado a los simulacros y sus preguntas cerradas de cinco alternativas, pasaste días enteros en bibliotecas públicas y municipales, desarrollaste un aprendizaje “datero”, pero recontra “datero”, que sin datos de cultura general ni fórmulas matemáticas no podrías haber resuelto las áreas de RV y RM. Al final, una buena mañana, no pudiste esperar los resultados del examen de admisión, buscaste el periódico o entraste al Internet, y ahí viste tu nombre junto a la frase que te hacía universitario: ALCANZÓ VACANTE… ¡Alcanzó vacante! ¡Ingresaste! ¡Oh, Dios! Ya eras un cachimbo, por fin dentro, por fin un sanmarquino. Ahora tendrías una carné de medio pasaje y otro para la biblioteca universitaria más grande del país. También encontrarías a diario desayuno, almuerzo, cena gratis y movilidad que te llevaría sin pagar ni un sol al distrito en donde vives, aunque, valgan verdades, debiste volverte invertebrado para subir al famoso Burrito. Para tu dicha académica, encontrarías en la Universidad a los profesores más eminentes del país —o los que quedan—. Y por último, entrarías en política, o al menos la conocerías; en alguna marcha tendrías que participar, y hasta a lo mejor algún pinochito habrías de quemar.
Sé que en algún momento te percatarás que San Marcos no es una maravilla. Sentirás inconformismo. Verás que la Decana no es realmente sus aulas ni sus patios, ni su jardín de botánica, ni su comedor ni su estadio; sino que la Decana, que San Marcos, eres tú. Así que si algún día un periodista te aborda en alguna de las puertas de ingreso de la Universidad, y te hace una absurda pregunta de cultura general —nivel bruto— y no respondes, entonces San Marcos, que a su vez es el Perú, significará la mediocridad.
Demuestra lo contrario.
César Antoni
Comentarios
Azaña Ortega.
PD: César, ayuda al Perú, no podemos dejar que el Perú se continúe jodiendo. Tenemos que hacer propaganda contra la corrupción, contra Keiko. La historia mañana no nos lo perdonará si no hacemos nada.