Llave en una sucia zapatilla
He llegado a casa somnoliento y fatigado.
La hubiese encontrado silente,
a no ser por un pericotillo hurgando entre los trastos sucios.
Bryan no ha estado en casa...
La luz estaba apagada y
las cortinas cerradas.
Dejó la llave escondida en una sucia zapatilla vieja
como habíamos quedado porque no hay duplicado.
Hoy tampoco ha comido...
Todo su alimento ha sido algo de canchita dulce
y una taza de cocoa.
Me pregunto dónde ha de estar ahora.
Tal vez está trabajando como cobrador
en las combis piratas que transitan
de Ciudad a Pamplona a medianoche;
quizá está con las malas juntas.
Donde sea que esté, que se cuide.
Es un buen muchacho con mala suerte
y que además se mete en cosas de poco provecho.
Escucho unos pasos que se arrastran por sobre las piedras del camino.
Ya viene. Es él.
César Antonio.
Comentarios
Me lo he cruzado más de una vez por las calles de esta ciudad donde se conglomeran gentes de ropas e ideas vacías. He intentado saludarlo y él me ha evadido. Yo le he querido compartir mis métodos para soportar el frío, para que las tripas no jodan tanto, para que el cigarrillo no sea un vicio sino una forma de engañar al estómago... le he querido decir que caminando se ahorra y que llegará un momento en que tengamos que empeñar las buenas intenciones para comer. Sí, yo he intentado comentarle todo esto, la loca idea de resistir, el estúpido método para salirse un rato de tanta mierda contemporánea, la mejor manera para refrescarse el ánimo y seguir... pero él, este muchacho de ojos tristes que aún no se resigna, no me ha hecho caso: a lo mejor él tiene sus propias formas de resistir...
Un abrazo.
Su comentario hasta me parece más profundo que esa reflexión hacia mi hermano Bryan. Sé que usted conoce esos caminos, yo también los transité alguna vez. Ahora él los camina y en los más profundo de su ser quiere encontrar el final de esa ruta y empezar una nueva, pero aún le falta mucho trecho.
La sonrisa de Hiperión
Gracias amigo por tu cordial comentario. Siempre es un placer pasar por el tuyo también.
AZAÑA ORTEGA
qué triste la vida de otros...
que vacío inunda las calles de hoy.
sigo pateando piedras, quiza algun día levante cabeza.
besitos
Si no la persona mas feliz que se les haya cruzado?
Es libre, hace lo que desea, cuando lo desea y como lo desea.
No teme el dejar su llave en su zapatilla,
No teme ser descubierto, hace ruidos.
Es...lo que desea ser, y lo disfruta.
Yo no lamento haberlo conocido, caminaria
A su lado a que me ensene un poco de la vida
Un placer senor Cesar, como siempre leerle. Abrazo Venezolano =)
Algunas vez la miseria o la tristeza o las dos juntas se posarán también en nuestras vidas.
Gabriela Parra
Amiga, en realidad pasarla con Bryan es divertido; sin embargo, como es mi hermano, también de vez en cuando tenemos nuestras contiendas, normal... Él vive su vida como pueda y la disfruta, eso sí; pero le falta madurar algo. Claro, ¿quién es una persona madura? ¿Acaso lo soy yo o usted? Qué bonita reflexión tiene usted sobre él. Seguramente a él también le gustaría conocerla.
No dudo que a su edad aún le falte madurar, pero a veces es conveniente que nos ayuden a hacerlo y para ello se debe concebir aun la libertad con restricciones para no caer en libertinaje. Tú me comprendes?
Es bueno, es muy bueno saber que se cuenta con persanajes como tú, con el corazón lleno de bondad y tolerancia, qué bello aquello de que "Donde sea que esté, que se cuide.". En realidad no sabes dónde está y tal vez esté donde no quisieras que esté, pero es tu hno, "un buen muchacho con mala suerte", pero buen muchacho, al fin!
Es momento que los sentimientos no afloren mucho, recuerda que "se mete en cosas de poco provecho."