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Mostrando entradas de marzo, 2010

Llenos de nada

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Son niños que más abajo del escuálido pecho tienen un globo hambriento. Sus miradas no dan lástima... Tienen odio, como los ojos del fiero león que desespera por presa. Los niños mueren mirando sus huesos, raspando morteros. ¡Dos,cuatro,seis! arañanado un solo plato sin alma, sin sentido. Los niños están muriendo, los veo por aquel documental... mientras me como una hamburguesa.

Nínive o El enojo de Jonás

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         Dicen que no es bueno dejar que el sol se ponga sobre nuestro enojo, o que el que se deja llevar fácilmente por la ira no es sabio.  ¿Por qué? ¿Será acaso porque el odio nos hace asesinos, dementes, atrevidos? El odio se ha puesto sobre mí como una prenda pesada que me llega hasta el cuello y me asfixia y se ciñe también en mi pecho.          Además estoy ciego. No me diga nada usted, que no lo trataré con cordura ni gentileza, ¿no ve quizá el monstruo que se apoderó de mí y que siempre fui yo en el recodo de mis venas ora azules? Venga y verá lo generoso que soy con el genocidio, sí, venga para acabar con usted y con toda su familia. No me hable de amor  ni de amistad.          Porque todos los hombres en un solo día se burlarojn de mí, ahora yo en un solo día destruiré la tierra. César Antonio.

Llave en una sucia zapatilla

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He llegado a casa somnoliento y fatigado. La hubiese encontrado silente, a no ser por un pericotillo hurgando entre los trastos sucios. Bryan no ha estado en casa... La luz estaba apagada y las cortinas cerradas. Dejó la llave escondida en una sucia zapatilla vieja como habíamos quedado porque no hay duplicado. Hoy tampoco ha comido... Todo su alimento ha sido algo de canchita dulce y una taza de cocoa. Me pregunto dónde ha de estar ahora. Tal vez está trabajando como cobrador en las combis piratas que transitan de Ciudad a Pamplona a medianoche; quizá está con las malas juntas. Donde sea que esté, que se cuide. Es un buen muchacho con mala suerte y que además se mete en cosas de poco provecho. Escucho unos pasos que se arrastran por sobre las piedras del camino. Ya viene. Es él. César Antonio.